Lucio Fulci

miércoles, 1 de julio de 2009

 

Existen muy pocos directores de cine que sean tan amados y odiados como Lucio Fulci. De su persona se han hecho y se hacen las afirmaciones mas extremas y opuestas: desde que es un imitador descarado, sin talento y sobrevalorado, hasta que es un genio absoluto, creador de películas inigualables. En general, las críticas, tanto a favor como en contra, suelen ser extremadamente parciales, muy poco objetivas, superficiales e inacabadas: solo se suelen destacar ciertos aspectos paradigmáticos del cine de Fulci (como la ultraviolencia) en detrimento de muchos otros igualmente significativos. Pareciera que muchos criticos y aficionados, cuando reseñan sus peliculas, en verdad no las hubiesen visto o no conocieran el contexto en el cual se filmaron. Quizas, cometen el error de dejarese influir por criticas ajenas.
Sin mas rodeos, trataremos de reseñar objetivamente la carrera de este polémico director, centrándonos en sus películas de terror, fantásticas y giallos, con algunas excepciones de interés.

Aunque Lucio Fulci es mundialmente conocido por sus sangrientas peliculas de horror de finales de los 70 y principios de los 80, el inicio de su carrera fue muy distinto. Tras estudiar medicina y pelear con su superior en el hospital en el cual trabajaba, abandonó aquella profesión y decidió entrar al mundo del cine. Luego de egresar del Centro Sperimentale del Cinema, comenzó a trabajar en la prolífica industria cinematográfica italiana como guionista en las primeras películas del comediante Totó, hasta debutar como director en 1959 con I LADRI (Los Ladrones), con Toto con protagonista.

Fulci dirigió documentales, comedias picarescas, musicales y parodias de James Bond con los comediantes Ciccio e Ingrassia. En 1966, debutó en el spaghetti western con la fundamental LE COLT CANTARONO LA MORTE E FU: TEMPO DI MASSACRO (Tiempo de Masacre). Decimos fundamental, porque en esta película comenzó a mostrar algunos de los rasgos característicos de su filmografía, como es el gusto por la violencia explícita, la crueldad y el sadismo. A pesar de que el spaghetti western puede considerarse muchas veces acreedor de esas características; Fulci, como en tantas ocasiones futuras, traspuso los límites habituales del género, sorprendiendo a los espectadores con una feroz y sádica sesión de tortura a latigazos sufrida por Franco Nero (protagonista de la película) o con los sangrientos balazos que recibían los pistoleros del film, cuando en los spaghetti difilmente se mostraban los efectos del impacto de las balas en el cuerpo de los muertos. Los villanos de la película son especialmente crueles y la escena inicial, en la cual un pobre hombre desarrapado es angustiosamente perseguido y asesinado por perros de caza, nos anticipa el gusto de Fulci por mostrar intensas y detalladas escenas violentas, junto a un ambiente triste y deprimente.

En 1968, un Fulci cansado de las comedias probó suerte en el género de misterio, con UNA SULL'ALTRA (Una Historia Perversa) película que le daría su primer éxito nacional e internacional. Filmada en EEUU, y mucho mas cerca de una película de suspenso a lo Hitchcock que del giallo estilo Mario Bava o Dario Argento, Una Historia Perversa, nos relata una serie de complots e intrigas que hace incapie en el misterio y en los métodos de investigación policial, en detrimento de los crímenes. Un hombre (Jean Sorel) es hallado culpable de asesinar a su mujer, siendo condenado a la silla eléctrica por un crimen que puede o no haber cometido. Si bien el ritmo puede resultar por momentos un poco lento, la película cuenta con un sorprendente final, sólidas actuaciones (Jean Sorel, Elsa Martinelli, la sexy Marisa Mell, John Ireland) un gran presupuesto y una correcta labor de dirección, además de un cameo del propio Fulci, interpretando a un grafólogo.

El éxito de Una Historia Perversa parecía impulsar su carrera, pero la realización en 1969 de BEATRICE CENCI, una de sus peliculas favoritas, le generó grandes problemas. Protagonizada por Florinda Bolkan y ambientada en la Italia medieval, la película cuenta la historia real de una joven muchacha que asesina a su padre, un poderoso hombre de la Iglesia y del Estado que la sometía a tormentos y abusos sexuales. La chica, luego de ser torturada junto a su familia, acabará confesando. Tras ser ejecutada, será revindicada como una martir por los campesinos. Esta visión negativa y crítica de la Iglesia Católica le hizo acreedor de críticas despiadadas y Beatrice Cenci fracasó en taquilla. Baste decir que, durante una proyección de la película a la cual Fulci asistió de incognito, el público entró en colera y comenzó a gritar ¡Muerte al Director!. En este mismo y desgraciado año, su esposa se suicidó con gas, debido a que le habían hallado pólipos cancerígenos.



En 1971, Fulci dirigió su primer giallo en plena regla: UNA LUCERTOLA CON LA PELLE DI DONNA (Una Lagartija con Piel de Mujer), película que ostentaba el por entonces casi inevitable "título zoológico" habitual en el género, derivado de los primeros éxitos de Dario Argento, (El Pajaro de las Plumas de Cristal y El Gato de las Nueve Colas). En Una Lagartija con Piel de Mujer, Florinda Bolkan encarna a Carol, la hija de un importante político inglés, la cual sufre fascinantes, surrealistas y perversas pesadillas eróticas y terroríficas. En una de ellas, hace el amor con su jóven vecina la cual será hallada asesinada por la policía. ¿Será Carol la culpable de ese crimen?. Mucho mas ágil y atrapante que Una Historia Perversa, Una Lagartija con Piel de Mujer contó con una importante producción, actores de gran valía (de nuevo Jean Sorel, Florinda Bolkan, Stanley Baker, Alberto de Mendoza), una lograda banda sonora de Ennio Morricone y una dirección por momentos estilizada y muy lograda. De nuevo, Fulci buscó sorprender y exceder los limites, incluyendo escenas paradigmáticas de su obra, como un ataque de animales (en este caso, murciélagos), planos detalle sobre rostros y ojos humanos, un clima ambiguo, siniestro y surrealista y escenas ultraviolentas, como la vision pesadillesca de 3 perros eviscerados en un laboratorio, cortesía del creador de FX Carlo Rambaldi. Tan lograda era esa escena, que Fulci fue llamado a comparecer ante un tribunal judicial, bajo el cargo de "violencia contra animales".


En 1972, llegaría su primer gran pelicula y una de las mejores de su carrera: NON SI SEVIZIA A UN PAPERINO (Angustia de Silencio / Don’t Torture the Duckling). En un pequeño pueblo siciliano, un criminal asesina solamente a niños. Los pueblerinos estan furiosos y ansían hacer justicia como sea, mientras la desorientada policía busca infructuosamente al asesino. Un periodista (Tomas Milian) investiga los crimenes y los sospechosos se van acumulando. Absolutamente lograda, con infinidad de detalles y escenas magistrales, Angustia de Silencio es sin duda uno de los mejores giallos de la historia. Las interpretaciones, descripción y composición de los personajes es excelente, destacando otra vez Florinda Bolkan en el papel de una "bruja" gitana, objeto de todas las sospechas; sin olvidar a Tomas Milian, Irene Papas, y una irresistiblemente perversa Barbara Bouchet. El sórdido entorno rural, con sus habitantes rudimentarios e ignorantes, está perfectamente conseguido. En esta ocasión, Fulci combinó una historia plausible, concreta y bien constuida (algo poco habitual en posteriores películas) con una acertada sucesión de inolvidables escenas, tales como el intento de seducción de un niño por parte de Barbara Bouchet, el siniestro comienzo en el cual Florinda Bolkan desentierra con sus manos el esqueleto de un feto, o los crueles asesinatos de niños. Estas imágenes, permanecen indelebles en la memoria de quienes ven la película. La tortura y muerte de Florinda Bolkan en un cementerio por parte de los pueblerinos, que la machacan cruelmente con cadenas y palos, resulta inconcebibemnete gráfica, hiriente y nunca vista, para la época y hoy en dia. Debido a su manifiesta carga anticatólica (el criminal será el sacerdote del pueblo, quien, en una increible escena, caerá de un despeñadero y su rostro acabará destrozado al chocar contra las rocas, en un efecto especial sangriento pero no muy bien ejecutado) la película debió soportar una limitada distribución, y nunca se proyectó en EEUU. Muy descatable, además, la banda sonora de Riz Ortolani.

Aunque no sea una película de horror o de suspenso, sino un spaghetti western, I QUATTRO DELL'APOCALISSE (Cuatro Para el Apocalipsis-1975) continuó ejemplificando el único, controvertido y obsesivo estilo de Lucio Fulci. Como en muchas ocasiones, Fulci tomó un género popular, con caracteristicas bien definidas, y lo reconvirtió en algo muy personal, ambiguo, e intragable para muchos de los sorprendidos espectadores, que esperaban ver un spaghetti western "normal". Comenzando con un sangriento tiroteo inicial, la película nos narra las desventuras de un estafador (Fabio Testi), una prostituta embarazada (Lynne Frederick), un borracho crónico (Michael J. Pollard) y un hombre negro al borde del delirio. Este grupo se enfrentará a un cruel delincuente (Tomas Milian) quien humillará al grupo. La obsesiva violencia de Fulci se despliega cuando Milian despelleja a un sherriff con su propia placa o cuando viola a la prostituta embarazada. A mitad de la película, el ritmo narrativo desorienta al expectador: pareciera que Fulci "se aburriera" de hacer un spaghetti western, o que "se olvidara" de que lo esta haciendo y se regodea con sus propias obsesiones nihilísticas en torno a la muerte y la religión, sin importarle si resultan excesivas para el género que esta tratando: una larga toma de una caravana de peregrinos creyentes asesinados por Milian, el plano de una Biblia ensangrentada, la conversación del ya desquiciado negro con las tumbas de un cementerio o el interminable y tortuoso parto de la prostituta con su muerte posterior, confirman el interés de Fulci por lograr un ambiente de crueldad palpable que lastime al espectador, o que lo haga regocijar sadicamente, sin importar si la película pierde su ritmo o si algunas de las escenas sean estiradas hasta lo intolerable. He aquí el eje de la fascinación o repulsión del cine de Fulci, según el gusto del espectador.

SETTE NOTE IN NERO (Siete Notas en Negro / The Psychic-1977) resultó un punto interesante pero inferior en su carrera. Este film de misterio (un fracaso en taquilla) cuenta la historia de una mujer con poderes de clarividencia (Jennifer O’Neill) quien, en sus visiones, puede ver la muerte de otras personas. A pesar del suspenso y una buena producción, actuación, música, guión y correcta dirección (con algunas escenas bastante logradas), Siete Notas en Negro es una película muy formal (comparada con los parámetros de Fulci) que decepciona a quienes esperaban ver el habitual show de crueldad sobrecargado de brutales y fascinantes imágenes.

Con el muy violento pero flojo spaghetti western Montura de Plata (Sella D’Argento, 1978) continuó su racha irregular, la cual culminó con su super hit internacional, llamado Zombi 2.


En 1979, Fulci pasaba por otro de sus pésimos momentos: su nueva mujer alemana había desaparecido, robándole dinero, sufría una crisis económica, y una de sus hijas se habia caido de un caballo y estaba mal. Por entonces, el éxito de George Romero, DAWN OF THE DEAD (El Amanecer de los Muertos, 1978) en Europa era enorme. Dario Argento, co-productor de la película, la había remontado y retitulado en Italia con el titulo de Zombi. Haciendo gala del habitual instinto explotation, tres productores (Gianfranco Couyomdjian, Ugo Tucci y Fabrizio de Angelis) se propusieron hacer una película que explotase el tema de los muertos vivos caníbales, y le encargaron a Dardano Sacchetti y su mujer Elisa Briganti que escribieran un guión sobre el tema. A la pareja de guionistas, la idea de plagiar Dawn of the Dead no le gustaba en absoluto, asi que imaginaron una historia sobrenatural situada en una isla exótica que se contrapusiera al ambiente urbano del film de Romero. Asi nació La Isla de los Zombis, que luego se transfomó en una secuela no oficial: ZOMBI 2 (AKA: Zombie), gracias a una idea caraduresca de Tucci. Este productor, eligió inicialmente a Enzo Castellari, pero este pidió 40 millones de liras, una enormidad para una producción de bajo presupuesto. Fulci, con graves problemas económicos, aceptó por 6 millones. Con Zombi 2 nace la polémica en torno a si Fulci es un genio revolucionario del género o un copiador oportunista. En aquella ocasión, Dario Argento se ofendió con Fulci por el título explotativo, y este le contestó con una lista de varias peliculas con la palabra "zombie" en el titulo, diciéndole que los zombies pertenecían a Haiti y a Cuba... no a Dario Argento.

Vayamos por partes, y seamos objetivos. Si bien el título Zombi 2 explota el éxito del título italiano del film de Romero, y si bien la película trata acerca de muertos vivos canibales a los cuales se los mata destruyéndoles el cráneo, el film de Lucio Fulci se aparta del de Romero para crear una obra original y distinta, con una identidad propia. Fulci, pudiendo haberse conformado con copiar a Romero, sin introducir nada nuevo, partió de una concepción explotativa y la reconvirtió con sus propios elementos. A saber:

-El argumento es muy distinto al del film de Romero. Alejándose de los tan mentados comentarios sociales críticos de Dawn of the Dead, Zombi 2 platea una historia de terror puro, con motivos y situaciones mucho mas clásicas (vudú, científico que experimenta con muertos).

-Zombi 2 posee una ambientación exótica, misteriosa y siniestra, situada en Santo Domingo, frente a la urbana de Dawn of the Dead.

-Los zombies de Fulci son absolutamente distintos a los pálidos y en general poco impresionantes muertos vivientes de Romero. En Zombi 2, vemos a unos inolvidables y artesanales zombies putrefactos y agusanados, excelentemente maquillados por el genial Giannetto de Rossi, que creó verdaderas obras de arte macabras en cada uno de ellos.

-Las escenas gore de Zombi 2, dejan en pañales a las mejores de Tom Savini. En esta película, Fulci y su guionista Sacchetti desataron toda su imaginación morbosa y crearon escenas nunca vistas y aun no igualadas. Creanme, no exagero. El que escribe esta nota ha visto la totalidad de las grandes películas gore de todos los tiempos y procedencias, y hasta ese momento nadie había llegado a tales extremos de perfección ultraexplicita. Y aun hoy en dia nadie pudo recrear escenas que lleguen a ese nivel. El famoso empalamiento ocular con una astilla de madera sufrido por Olga Karlatos, el combate a mordiscos entre un zombie y un tiburón, o el plano en el cual un zombie le desgarra la garganta a mordiscos a Auretta Gay, son ejemplos de las espectaculares escenas gore de la película.
La pelicula también tiene sus defectos: los logrados movimientos de cámara antes mencionados se contraponen con algunos en ocasiones torpes y descuidados, sobre todo durante los dialogos de los actores. El ritmo de la película por momentos decae y hay algún desnudo que a alguien le podría parecer innecesario. Zombi 2 fue un inesperado éxito internacional, superando en fama y fortuna al film de Romero. Los productores ganaron muchísimo dinero y De Angelis firmó un contrato con Fulci para producirle 5 peliculas en 5 años. Fulci, aunque no ganó mucho dinero, logró bastante fama. "El director es la última persona que ve algo de dinero en este negocio" diría el director. A partir de esta película, se convenció de explorar el género de terror. Ya no volvería ni a las comedias ni al western. Zombi 2 marcó la unión de un grupo de colaboradores que trabajó, a partir de aquí, en las mejores películas de Fulci: el director de fotografia Sergio Salvati, el músico Fabio Frizzi, el guionista Dardano Sacchetti, el editor Vincenzo Tomassi, y el creador de FX Gianetto de Rossi.

A pesar de decidir involucrarse en el género de terror, su siguiente película, LUCA IL CONTRABBANDIERE (Luca el Contrabandista, 1980), fue un policial... al estilo Fulci. Partiendo de uan clásica historia de enfrentamiento de bandas mafiosas, típico del poliziotto italiano, Fulci excedió una vez mas los límites habituales del género, demostrando que su gusto por lograr escenas macabras y sanguinarias no tenía una motivación comercial o explotativa, sino que nacía del personal interés obsesivo del director de recrear imágenes crueles definitivas y totales que conservan aun todo su potencial, muchas veces en detrimento del argumento y del guión. Luca el Contrabandista es un catálogo horripilante de brutalidad mafiosa con escenas tales como la lenta quemadura del bello rostro de una traficante con un mechero, o la explosión del estómago de un mafioso por efecto de un certero escopetazo. Las balas de pistolas, escopetas y ametralladoras destrozan cráneos, gargantas y cuerpos. A pesar de tanta violencia sangrienta, la escena mas brutal no será una de ellas: la mujer del protagonista (Fabio Testi) es brutalmente sodomizada, mientras su marido es obligado a escuchar el acto por teléfono.


En 1980, Fulci volvió al género zombie que lo había hecho famoso con PAURA NELLA CITTA DEI MORTI VIVENTI (Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivientes, AKA: La Paura, The Gates Of Hell). Un sacerdote se ahorca en un cementerio de la lovecraftiana ciudad de Dunwich, abriendo de este modo las puertas del infierno y haciendo que los muertos vuelvan a la vida. Este hecho es visionado por una médium (Catriona McColl) quien sufre un shock y, aparentemente, muere. Mas tarde será rescatada de ser enterrada viva por un periodista (Christopher George) y, junto a dos pueblerinos (Janet Agreen y Carlo de Mejo) intentarán cerrar las puertas del infierno.

Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos demostró la partícular y ambigua manera de dirigir cine de Lucio Fulci. Por momentos irritante, extraño e incoherente, por momentos fascinante y genial, este film perturba la capacidad crítica del espectador avezado, que asiste mas a una sucesión de imágenes que a una película, cuya linea argumental se ramifica y desdibuja hasta casi desaparecer. Muchos de los eventos que suceden permanecen sin explicación. Los zombies por momentos actúan como los habituales muertos vivientes caníbales, aunque también aparecen y desaparecen como fantasmas. La manera de eliminarlos, también es ambigua; aquí no hay disparos a la cabeza: mientras que una zombie es eliminada al atravezarle una vara de metal, otra es espantada... ¡tan solo con el acto de cerrar los ojos con fuerza, en un intento de ignorarla!. Fulci pierde la linea argumental (si alguna vez se preocupó en tenerla) y la coherencia interna brilla por su ausencia. Nunca es aclarado por que el sacerdote se suicida, ni porque luego reaparece como si se tratase del "clerigo malvado" de Lovecraft, para comandar a los muertos vivientes caníbales. La película explica que recién en el Dia de Todos los Muertos los muertos volverán a la vida... pero al principio se había mostrado que los muertos ya se leventaban antes de ese dia. Durante el climax, el clérigo malvado será aparentemente vencido de manera topicamente clásica al ser atravezando grotescamente con una cruz, como si de un vampiro se tratase. En el final mas desconcertrante de la historia, un niño avanza hacia la cámara para unirse con los protagonistas sobrevivientes y la pantalla se quiebra, por decirlo de algun modo, quedándose en negro. Sobre este final se han escrito mil hipótesis distintas, aunque la realidad es increiblemente simple: Inicialmente, la película tenia un final feliz, pero, en el rollo filmico, había una impureza en la imagen. Era como si la misma se quebrase... Entonces, Fulci (que no le gustaba el final felíz) y su editor Tomassi cambiaron el final feliz por uno macabro y ambiguo. Asi de simple.

Pero si por un lado la película es incoherente, incomprensible, lánguida y absurda, por otro lado es... simplemente fascinante. Fulci, como en casi todos sus films de horror, se concentró en crear (de manera intencional, no "de casualidad" como se ha dicho) situaciones e imágenes surrealistas fascinantes y cautivadoras, desdeñando los diálogos y la lógica argumental. En esta película, gran parte de los diálogos y conversaciones entre los actores son puro relleno, pura transición entre una escena terrorífica y otra. Pero esas escenas terrorificas, son geniales. El plano en el cual el sacerdote ahorcado se superpone y se funde sobre el iris de la médium que visiona la escena es maravillosamente irreal, como lo son las perversas apariciones fantasmales del sacerdote que, cuando mira fijamente a sus víctimas, provoca que ellas lloren sangre o (en una escena gore inigualable) vomiten todo su paquete intestinal.

Las tétricas apariciones espectrales de los pútridos zombies en una neblinosa y lograda ambientación son impagables, como asi también las escabrosas escenas sangrientas, como el taladro que penetra de manera ultrarrealista el cráneo de Giovanni Lombardo Radice (en una lenta y sádica escena parecida al empalamiento ocular de Zombi 2), o las obsesivas escenas en las cuales los zombies presionan con una mano la parte occipital del cráneo de sus víctimas... ¡arrancándoles el cerebro!. Por supuesto, un obsesivo Fulci no puede olvidarse de las agresiones de animales, como la lluvia de gusanos que cae sobre la protagonista, o las ratas que devoran el cráneo destrozado de Christopher George.

IL GATTO NERO (El Gato Negro, 1980) fue su siguiente película, y una gran decepción. Patrick Magee interpreta a un psíquico que busca grabar las conversaciones de los muertos en los cementerios (¡!). Además, tiene el poder de dominar la mente de su gato negro, al cual utiliza para asesinar a sus enemigos. Una fotógrafa (Mimsy Farmer) y un polícia (David Warbeck) investigan los hechos.

Retazos de La Verdad sobre el Caso de Mr Valdemar (el intento de Magee de estudiar cientificamente el mas alla) se mezclan con retazos de El Gato Negro (el siniestro, valga la redundancia, gato negro, la protagonista emparedada viva), para acabar configurando un pastiche agradable pero muy insatisfactorio. El film tiene muchos baches argumentales y escenas sin interés. A pesar de que la película muestra varios asesinatos violentos y logrados, ninguno llega al nivel sangriento y elaborado que podía esperarse de Fuici y el final es muy flojo. Al menos, la música de Pino Donaggio es excelente, como lo es la fotografia de Sergio Salvati. En esta película, la obsesión de Fulci se centró en los interminables planos detalles a los ojos de los protagonistas, incluso del gato. Siendo Fulci un apasionado de Edgar Allan Poe, se esperaba mucho mas de la película, aunque, comparada con la mayoría de las adaptaciones cinematográficas de la obra del genio norteamericano, sale bastante bien librada.

L'ALDILA (El Más Allá 1981, AKA: The Beyond, Seven Doors of Death) es, sin lugar a ninguna duda, la obra maestra de Lucio Fulci y, para el que esto suscribe, el mejor film de horror de la historia.

En El Mas Alla los personajes son asesinados y los cadáveres se acumulan en la morgue sin que nadie investigue los crímenes. "Pura anarquia". "Mi idea era hacer un film absoluto. El Mas Alla es un film sin argumento, no hay lógica, solo una sucesión de imágenes" dijo Fulci sobre la pelicula. Nada mas acertado. El Mas Alla es un apasionante resumen amplificado de absolutamente todas las morbosas obsesiones del director: salvajes ataques de animales (arañas que devoran el rostro de un hombre inmovilizado, un perro lazarillo que destroza la garganta de su ciega dueña), un apasionante clima mágico, fántastico e irreal, horripilantes muertos vivientes (en este caso, no caníbales) y obsesivos planos detalle a los rostros y ojos (muchos de ellos ciegos) de los protagonistas... sobre todo a los ojos, los cuales son atravezados con clavos que ingresan desde la nuca, o arrancados con los dedos. ¿Por qué esta obsesión morbosa de Fulci con los ojos?. El director intenta explicarlo: "Ellos (los ojos) son la primer cosa que tienes que destruir, porque han visto demasiadas cosas malas". Solo un imposible viaje al interior de su mente podría explicar su insistencia en enfocar y lacerar de todos los modos posibles los ojos de sus personajes.

En la morgue, luego de vestir a su marido asesinado, su aflijida mujer recibe un baño de ácido en su rostro, el cual se deshace lentamente ante la espantada visión de Jill, su hija. La sangre que mana del rostro, avanza, susurrando, con vida propia, hacia ella. Durante el apasionante climax, Liza, John, y Jill se enfrentan a tiros ante montones de muertos vivientes, quienes avanzan con los ojos cerrados y la cabeza gacha, (La escena con los zombies en el hospital fue agregada para el gusto de los distribuidores alemanes, ¡los cuales no compraron la película por ser demasiado violenta!. A Fulci, la escena no le gustaba.) y ante el propio Schweick, al cual, inexplicablmente, Warbeck nunca le dispara a la cabeza, aun habiendo comprobado que asi mueren los zombies. Sin embargo a Jill, ahora convertida en zombie, si le dispara a la cabeza, reventándosela, como en una especie de broma irónica. En el mejor final de toda el cine de Fulci, los protagonistas escapan de los zombies bajando unas escaleras, para volver inexplicablemente al sótano del hotel. Aterrorizados, trasponen una pared destruida que emana una luminiscencia azulada y alcanzan "El Mar de las Tinieblas", el mas allá pintado por Schweick en el prólogo del film. Ambos caminan por un paraje desolado y desértico, cubierto de nieblas y arena, similar al cuadro que pintaba Schweick durante el prólogo. En el suelo, yacen hombres y mujeres desnudos entremezclados con extrañas figuras de cemento. Aterrorizados, John y Liza oyen que unas voces susurrantes los llaman, y descubren que no hay manera de salir, y quedan atrapados, completamente ciegos...

La apocalíptica imaginería irreal y salvaje de Fulci es acompañada por la mejor banda sonora de Fabio Frizzi, una genial fotografia de Sergio Salvati (el prólogo en tintes sepia es excelente), un guión trepidante de Dardano Sacchetti, y unos FX ultra explicitos y horipilantes de Gianetto de Rossi. Una obra maestra irrepetible y otro gran éxito internacional, que enriqueció aun mas al amarrete productor De Angelis (llamado "La Cobra" por Fulci). Sacchetti no se equivocó al decir que El Mas Alla es un milagro ya que, realmente, el presupuesto y las condiciones de trabajo eran bastante apretadas. Tanto lo eran, que para la escena final en el mas allá, no había dinero para extras. El equipo técnico debió recoger vagabundos y borrachos de la calle y darles alcohol para que se quedasen quietos e inconscientes mientras eran filmados.


La Casa Cercana al Cementerio (Quella Villa Accanto al Cimitero, 1981) ha sido acusada de practicamente no tener argumento y de ser terriblemente errática y ambigua... lo cual es cierto. Fulci buscaba ser ambiguo adrede, y pocas veces le interesó plasmar un argumento y situaciones comprensibles. Mucho menos culminó sus películas de manera simple y entendible, ni tener límites o medias tintas a la hora de filmar asesinatos y situaciones sádicas. Esa cadencia lánguida y morbosa, donde un hecho espantoso supera progresivamente a otro y donde el límite se corre hasta lo insospechable, creando un crecendo emocionante hasta culminar de manera inconcebible (y decepcionante, para los aficionados aconstumbrados a los finales habituales), es la escencia misma del cine de Lucio Fulci. Tómelo o déjelo.

Ambientada en una tétrica mansión de Boston, la película comienza con el sangriento asesinato de una muchacha y su novio por parte de un misterioso ¿hombre?. El Dr Norman Boyle (Paolo Malco), junto a su esposa Lucy (de nuevo Catriona McColl) y su hijo Bob (Giovanni Frezza) parten a la casa para investigar el suicidio de un científico. Mae, una enigmática niña pelirroja (Silvia Collatina) le advierte a Bob sobre los siniestros peligros que acechan en la mansión, en la cual tendrán lugar acontecimientos espantosos.

En un clima muy similar a El Mas Alla (tétrica ambientación sobrenatural, presencia misteriosa que advierte sobre el peligro inminente, sucesión de crimenes aberrantes, ataques violentos de animales, personajes enigmáticos, insistentes planos detalles de los rostros y ojos de los actores) La Casa Cercana al Cementerio fue, lamentablemente, la ultima gran película sobrenatural de Fulci. Ahora bien, si el espectador desea disfrutar de ella, deberá pasar de largo la incoherencia de la historia, la extraña ominosidad inexplicable de los personajes (Paolo Malco y la niñera de Bob continuamente se lanzan miradas entre cómplices y siniestras, sin explicación alguna), lo absurdo de algunas situaciones (luego de un asesinato, vemos a la niñera limpiando el suelo cubierto de sangre, mientras Lucy pasa a su lado y la observa sin inmutarse) y algun diálogo ridículo (Lucy encuentra una lápida bajo una alfombra y al comunicárselo a su marido, este le contesta: "bueno, esto no es New York, ya sabes"). Resulta claro que Fulci y Sacchetti no se preocupaban por que sus personajes reaccionacen de manera esperable. Recordemos que en Zombi 2, Auretta Gay se queda petrificada delante de un zombie, dejándose morder. En El Mas Alla, sucede lo mismo con una sirvienta, que no reacciona cuando un zombie la ataca; solo se limita a permanecer crispada de horror observando a su victimario como si su muerte fuera ineludible. De hecho, todos los films de Fulci se plantean como trampas macabras, en las cuales sus protagonistas (no importa que sean hombres, mujeres o niños) quedarán inexorablemente atrapados. Cuando sus los personajes trasponen el umbral de lo desconocido, ya no hay vuelta atras. En La Casa Cercana al Cementerio, resulta imposible detener al increible Dr Freudstein (¡que nombre!) el cual emerge periodicamente del sótano de la mansión en busca de victimas, a las cuales (no se explica como) les extrae sus células (¡!) para sobrevivir.

De nueva, la película resulta un festival de escenas terriblemente gore y sádicas nunca vistas: Laura (Dagmar Lassander), estando inmovilizada, debe soportar que Freudstein le clave un atizador de fuego de manera especialmente lenta y dolorosa. Freudstein decapita brutalmente a la niñera y le desgarra la garganta al pobre Dr Boyle, luego de que este le entierre un cuchillo, solo para darse cuenta que por las venas de Freudstein no corre sangre... sino gusanos. A pesar de todas este depliegue truculento, dos escenas no sangrientas rivalizan con aquellas en brutalidad y horror:

-Encerrado en el sótano, Bob le pide ayuda a sus padres, quienes intentan abrir la puerta. Freudstein surge de la oscuridad y toma al niño por los pelos, sujetándolo y obligándole a mantener su rostro contra la puerta, mientras su padre intenta abrir la puerta a hachazos. El hacha pasa reitiradamente a milimetros del niño. Esta escena recuerda a una de Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos, en la cual Christopher George rescata a McColl de la tumba en la cual esta enterrada viva, destrozando el ataúd con un pico, que pasa muy cerca del rostro de la chica.

-Casi en el final, Lucy Boyle intenta huir junto a su hijo subiendo las escaleras del sótano en donde estan atrapados. Cuando estan casi en la cima (que se encuentra bloqueada por una lápida) Freudstein toma de las piernas a Lucy, arrastrándola escaleras abajo. El rostro de Lucy se golpea con cada escalón, mientras su hijo grita horrorizado. La cámara, puesta desde el punto de vista de Lucy, se sacude como si estuviese cayendo escalón por escalón, dando el efecto de que fuera el espectador el que cae y se golpea. Una escena impactante que demuestra la habilidad única de Fulci por recrear situaciones macabras de manera original e impactante, presindiendo en esta ocasión de la sangre, lo cual no es lo único destacable de su cine (aunque sus fans mas rudimentarios y los críticos mas simplistas se empeñen en ello).

Como en El Mas Alla, las fascinantes escenas fantásticas estan presentes. El plano en el cual la niña pelirroja le advierte a Bob del peligro que corre, es inolvidable. Primero vemos a la niña, inmóvil y con un gesto de horror, asomada a la ventana de la siniestra casa cercana al cementerio. Luego, mediante un excelente labor de edición, este plano se superpone sobre una gran fotografia de la casa que esta observando Bob, en su casa de New York. El rostro de la niña, aparece ahora en la foto de Bob, quien la observa a través de un plano detalle a sus ojos. El final de la película será magistral: cuando Freudstein esta a punto de atrapar a Bob, este emerge a través de la lápida que bloqueaba la salida, por medio de la ayuda de Mae. Ambos, se reunen con la madre de la niña y esposa de Freudstein, quien obviamente es un fantasma... como también lo es la niña y quizas también lo sea Bob (en una entrevista, Fulci dijo que, en su film, los niños pasaban al mas alla, a un mundo en el cual los adultos no tienen poder sobre ellos). En el bello y triste plano final, los tres se alejan de la casa a través de un camino rodeado de arboles, mientras la cámara retorna a la siniestra casa, en la que Freudstein seguirá aguardando víctimas. A destacar, finalmente, la excelente fotografia de Sergio Salvati y la acertada música del desconocido Walter Rizzatti.


En 1982, llegó una de las películas mas criticadas y polémicas de Fulci: El Destripador de New York (Lo Squartatore di New York, AKA: The New York Ripper). El director de la BBFC (British Board of Film Classification, es decir, la censura británica), la definió como "una película obscenamente ofensiva que destila la misoginia mas brutal proyectando toda su violencia contra la mujer" El Destripador de New York se encuentra desde 1984 en el manual de la BBFC como el ejemplo a seguir para que una pelicula sea calificada como "Video Nasty" (Literalmente, videos repugnantes: aquellos films que, por su contenido sexual o violento, ni siquiera podían ser censurados. Directamente, se prohibia su exhibición y distribución, so pena de prisión efectiva). El Destripador de New York, fue la primera de la lista.

Despegándose del ambiente misterioso y sobrenatural que enmarcaba sus anteriores peliculas de horror, El Destripador de New York fue una especie de mezcla perversa y sádica de giallo clásico con el psycho killer gore norteamericano de principios de los 80. El perturbador resultado es un film politicamente incorrecto e inaguantable para espectadores sensibles e inclusive para muchos fans del cine de horror mainstream.

La historia es simple y sencilla: un asesino psicópata tortura, mutila y asesina de manera aberrante a jóvenes, bellas, y liberales mujeres de New York. El asesino, cuando está por cometer un crimen, habla como el pato Donald. El teniente Fred Williams, (Jack Hedley) persigue al asesino, ayudado por el psicologo Paul Davis (Paolo Malco).
Como en casi todo el cine de Fulci no importa lo QUE pasa, ni mucho menos PORQUE pasa, sino COMO pasa. El móvil del psicópata, es develado de manera atropellada al final de la pelicula, como sucedía en La Casa Cercana al Cementerio. Para El Destripador de New York, Fulci tenía un muy buen guión de Gianfranco Clerici y Vincenzo Mannino (luego utilizado en Un Delito Poco Común, 1987) que le prestaba mas atención a la personalidad y motivación del asesino que al suspenso, a los asesinatos y a los hechos macabros. Pero a Fulci no le gustaba, ya que solo quería concentrarse en la mecánica del giallo y en los crímenes. Entonces, recurrió a Sacchetti quien, en pocos y apresurados dias, le hizo un guión "a su medida".

Y realmente fue a su medida. Si a Fulci le faltaba quebrar algun tabú o extender un poco mas los límites, sin duda en esta película lo logró. Nunca un arma blanca hirió la piel de sus víctimas como en El Destripador de New York. El sadismo y crueldad de Fulci llega a su máximo punto: una actriz porno recibe una botella rota en su vagina, restregada en ella con furia; una ninfómana es rajada desde la entrepierna hasta la garganta con una navaja automática; una chica que escribía insultos con lapiz labial en el auto de un hombre es destripada bestialmente y, finalmente, el psicopata es asesinado al recibir un balazo que le destroza el rostro, literalmente. Sin lugar a dudas, la escena mas sádica es la totura y muerte de la prostituta amiga del teniente. En una escena parecida a la de Luca el Contrabandista, el teniente Williams oye por teléfono el vicioso asesinato de la prostituta, el cual permanecerá en la historia del cine como uno de los mas aberrantes. Mientras la chica permanece atada, el psicópata hiere su piel con una gillette: le corta lentamente un pezón, la frente y, como no podía faltar, le rasga un ojo. Todo filmado en primerísimos planos. Los elementos sexuales de la película tambien son bastante explícitos y sádicos: la ninfómana se masturba mientras observa un show de sexo explícito en vivo mientras graba los gemidos de los actores para que se excite su decadente marido. Mas tarde, la misma mujer recorre zonas marginales, para acabar siendo masturbada con el pie de un puertorriqueño, que la termina humillando.

En esta película, ni los niños se salvan. Los planos finales de la pobre niña enferma de linfogranuloma (con una pierna y un brazo amputado) llorando porque su padre, el psicópata del film, no atiende sus llamados teléfonicos, es pateticamente triste y deprimente.

La apabullante violencia contra la mujer que contiene El Destripador de New York, y la acusación de misoginia de la cual fue y es objeto Fulci, se contraponen con sus declaraciones: "odio a las mujeres solo cuando no estan conmigo". "La doctrina católica dice que hay que odiar a las mujeres, no mis películas. Yo pienso que si eres una mujer, debes evitar que los hombres vayan a la iglesia cuando son niños. Entonces, quizás el mundo femenino podría volverse un poco mejor". Los dichos de Fulci se contradicen con gran parte de su filmografia, en la cual los asesinatos mas crueles y sádicos casi siempre son sufridos por las mujeres.

Una consideración final. Todo el mundo se ha preguntado porque el psicópata chilla como un pato. Muchos han visto en ello un hecho ridículo y sin sentido. La explicación mas superficial viene del propio argumento: la paralítica hija del psicópata tiene un muñeco del Pato Donald sobre su mesa de luz. De acuerdo a la delirante explicación del psicólogo, al psicópata "el pato le quebró la mente. Eso pasa al tratar de borrar el sentimiento de culpa. El criminal puso toda la culpa en el pato. El pato era el vengador de su hija, la cual no llegaría a ser como las otras mujeres". Fulci parece dar esta explicación "de cumplimiento" para que la película, de alguna manera, cierre. Pero, si prestamos atención, descubrimos un hecho muy habitual dentro del cine italiano: el autorreferencialismo. En Angustia de Silencio, una niña deficiente mental (la cual casi es asesinada por el psicopata) siempre llevaba un muñeco del Pato Donald, del cual solo es hallada su cabeza cuando la niña desaparece (de ahí el titulo italiano, Non Si Sevizia un Paperino = No Toturen al Patito). En El Destripador de New York, la niña mutilada y enferma también posee un muñeco del Pato Donald, que parece el mismo de Angustia de Silencio. Fulci establece sórdidas conexiones y guiños entre ambas películas, solo revelables para sus verdaderos seguidores.

Manhattan Baby (1982, AKA Il Malocchio, Evil Eye) marcó el comienzo de una caida de la cual Fulci se recuperaría, solo parcialmente, varios años después. Para decirlo de alguna manera, Fulci hizo Manhattan Baby de mala gana, ya que estaba cansado de De Angelis y debía cumplir con el contrato de 5 películas en 5 años. "Cada film que hice ha sido producido por gente a la cual no le inportaba un carajo el cine", diría Fulci sobre sus productores. Ese mismo año, Fulci había coproducido El Destripador de New York con De Angelis. La película había sido un gran éxito en Italia pero aparentemente no había sido exitosa internacionalmente. Entonces, Fulci cobró algo de dinero y rompió su relación con De Angelis. Lo cierto, es que la película había tenido un importante éxito internacional y De Angelis había ganado muchísimo dinero en preventas, lo cual ocultó a un Fulci al cual no se le daban muy bien los números.

Con los films de Fulci, De Angelis se hizo millonario, y Fulci no fue retribuido como merecía. Tras separarse de De Angelis y luego pelearse con Sacchetti, fue perdiendo a muchos de sus colaboradores habituales, con quienes habia establecido un armonioso grupo de trabajo. Ya nada volvería a ser lo mismo.

Manhattan Baby (1982, AKA: Malocchio, Evil Eye) comienza con un grupo de arqueólogos encabezado por el profesor George Hacker (Christopher Connelly) quienes, tras evitar diversas trampas (algunos no lo logran) descubren una tumba secreta. Al hacerlo, Hacker queda ciego (otra vez el tema de los ojos) y libera una especie de espíritu maligno que poseerá a su hija a través de un medallón que recibe de una enigmática mujer. Ya en New York (una ciudad que fascinaba a Fulci) se suceden misteriosos asesinatos.

Manhattan Baby es una película muy floja, solo salvada por la música de Fabio Frizzi (aunque en parte es la misma de El Mas Alla), por la excelente fotografia y por algunos toques acertados de Fulci, el cual mantiene su destreza en crear cautivantes escenas sobrenaturales. Lo cierto es que Manhattan Baby está llena de tópicos y situaciones estúpidas hasta ese momento inhabituales en el cine de Fulci: idas y venidas aburridas y sin gracia, asesinatos flojos, poco elaborados y sorprendentemente light y necios personajes de relleno que hacen bromas y provocan sustos fallidos al mejor estilo de los peores psycho-killers Made in Usa. Como dijo Fulci, "Una película terrible"; en la peor de sus acepciones.

En 1983 comenzó una fase errática en la carrera de Fulci, coincidente con los cambios de la industria exploitation italiana de la cual no se pudo sustraer (como si lo hizo Dario Argento). Ese año, las imitaciones de Conan el Barbaro y de Mad Max: El Guerrero de la Carretera (The Road Warrior, 1982) estaban en Italia a la orden del dia. La Conquista (AKA: Conquest) fue el aporte de Fulci a la onda Conan. Coproducida con México y España y protagonizada por la estrella mexicana Jorge Rivero, La Conquista cuenta el prehistórico (o asi, ya que nunca se aclara) relato acerca de dos guerreros, Mace e Ilias (Jorge Rivero y Andrea Occhipinti) que se enfrentan a la malvada bruja Ocron (Sabrina Siani) y a su ejército de zombies, ogros y hombres lobo.

El peor defecto de La Conquista es que, al contrario de las peliculas de horror de Fulci, aquí el bajo presupuesto se nota demasiado, y algunas escenas lamentablemente caen en el ridículo. El plano en el cual las hordas de Ocron arrojan una lluvia de flechas sobre los guerreros resulta irrisorio, ya que no son verdaderas flechas, sino unas ridículas líneas negras toscamente dibujadas o grabadas en el negativo de la cinta. Los planos en los cuales Mace dispara una especie de flechas láser con su arco mágico contra los monstruos de Ocron, es flojísimo. Realmente hubiera sido mejor evitar esas escenas. Ademas, el ritmo por momentos decae y la película se vuelve errática y reiterativa.

Sin embargo... La Conquista es sin duda la mejor exploitation italiana de Conan. La música de Claudio Simonetti es muy efectiva y la neblinosa y siniestra ambientación creada adrede por Fulci resulta muy acertada, como lo son las terribles escenas gore de la película, muchisimo mas violentas de lo habitual en este género: una pobre chica es destrozada sádicamente por la mitad, decapitada y devorada por dos hombres lobos que le destrozan el cráneo a un pobre anciano y masacran a toda una pacífica comunidad que vive en una cueva (mujeres, niños, no importa quien). Incluso... ¡decapitan al que parecía ser el héroe de la película! A pesar del bajo presupuesto, algunos monstruos y zombies estan muy bien realizados. Como no podía ser de otra manera, Fulci nos regala escenas sádicas (aquí muy gratuitas) como el sufrimiento de Ilias cuando es envenenado: en primer plano, vemos como su cuerpo supura por todos lados un asqueroso líquido amarillento.

Por úlltimo, un dato que confirma el carácter intrincado y personal del cine de Fulci: Ocron, protagonizada por la hemosa Sabrina Siani, permanece toda la película completamente desnuda con el rostro cubierto por una máscara dorada. ¿Por qué Fulci no muestra el bello rostro de una actriz ciertamente famosa en la época?, ¿era una manera de burlarse de la actriz y/o del sexo femenino? En la opinión de quien esto escribe, no es un mero dato casual. Ciertamente, Fulci tenía una relación compleja con el sexo femenino: en El Mas Allá, obligó a Cinzia Monreale a usar unas lentes de contacto que le llagaron los ojos. En Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos, obligó a Catriona McColl a soportar una lluvia de gusanos vivos sobre su rostro, estirando el plano de manera sádicamente innecesaria. "Lucio posiblemente obtuvo algun tipo de placer sádico en esa escena" dijo McColl años mas tarde. "Era especialmente dificil con sus heroinas" agregó. Habría que decirle a la actriz que en verdad no la pasó tan mal, ya que también Fulci obligó a Fabio Testi a permanecer de manera innecesaria en la nieve durante el rodaje de Cuatro Para el Apocalipsis y obligó a David Warbeck a dispararle a un extra con balas de fogueo a muy corta distancia, al cual hirió, debiendo ser hospitalizado.

Los Guerreros del Año 2072 (I Guerrieri dell’Anno 2072, 1983. AKA: The New Gladiators) fue otra exploitation de The Road Warrior (1982) con algunas ideas originales: en el año 2072, un canal de tv en desesperada busqueda de ráting, produce una versión moderna del coliseo romano, con motoristas armados en lugar de carrozas, usando asesinos convictos para su macabro show. De nuevo, el bajo presupuesto se nota, especialmente en las maquetas que buscan parecer una Roma futurista. Por lo menos, cierta trama de suspenso, el agradable casting (Fred Williamson, Claudio Casinelli, Renato Rossini), la lograda banda sonora de Riz Ortolani, la buena fotografia y algunas escenas gore (pocas pero salvajes) en la arena futuista salvan a una película por momentos muy lenta, no muy lograda, poco inspirada y con un final olvidable. Un Fulci desganado, que trabajaba para comer, seguía atrapado en las modas del momento.

En 1984, Fulci filmó Murderock (Murderock-Uccide a Pazzo di Danza, AKA: Murder Rock-Dancing Death, Giallo a Disco). Inicialmente, había pensado un interesante giallo acerca de una mujer que "inventa" la figura de un criminal para vengarse de una persona que la hirió en el pasado. Sin embargo, el productor Augusto Caminito le obligó a introducir escenas musicales y una banda sonora de Keith Emerson, gracias al éxito de Flashdance (1984), lo cual a Fulci no le hizo ninguna gracia. Entonces, el director debió ambientar la historia en una academia de baile moderno.
Aun con los agregados impuestos, la película es muy agradable, aunque sea ignorada y despreciada por los fans mas básicos y simples de Fulci quienes solo encuentran a los zombies y las escenas hiper gore como lo único destacable de sus films. En Murderock, tenemos una trama misteriosa, una gran fotografía que por momentos hace recordar a los mejores films de Mario Bava, un reparto muy sólido (Olga Karlatos, Claudio Cassinelli, Ray Lovelock), interesantes personajes, un ritmo entretenido y asesinatos escabrosos, aunque no gore. El criminal, hunde lentamente en el pecho de sus víctimas (todas mujeres, faltaría mas) una especie de punzón ornamentado. La dirección de Fulci vuelve a ser muy estilizada, regalándonos escenas oníricas que recuerdan a Una Lagartija con Piel de Mujer. Incluso, introduce algun acertado chiste de humor negro, junto a escenas macabras efectivas, como el plano del punzón atravezado sobre un canario muerto. En resumen, Murderock es una buena película; eso si, muy lejos de las mejores de Fulci.

En 1985 Fulci no dirigió ninguna película. Su mala salud se lo impidió, ya que sufrió una hepatitis viral que derivó en una cirriosis. Además, debió soportar una operación a corazón abierto. "Mucha gente me dió por muerto" dijo Fulci, y con razón...

Al año siguiente regresó con un género que nunca había tocado: el thriller erótico; quizás porque era la época de 9 Semanas y Media. La Miel del Diablo (Il Miele del Diavolo, 1986. AKA: Dangerous Obsession, The Devil’s Honey) comienza con la perversa historia de amor de una pareja que vive al límite: la hermosa Cecilia (Blanca Marsillach) y Gaetano, su novio músico (Stefano Madia). Luego de un absurdo accidente, Gaetano es hospitalizado y debe ser operado por el Dr Guido Domenici (Brett Halsey) quien sufre de impotencia y mantiene una relación traumática con su mujer Carol (la sexy Corinne Clery). Durante la intervención, sus problemas no le permiten concentrarse, y el médico opera torpemente, matando indirectamente a su paciente. Cecilia, lo culpa por la muerte de su novio y rapta al doctor, sometiéndolo a todo tipo de humillaciones. Entre ellos nacerá una relación sadomasoquista de amor-odio.
Si alguien podía hacer que un thriller erótico sea realmente siniestro y que una escena sexual pueda tornarse terrorífica, ese era Lucio Fulci. Con La Miel del Diablo pasó lo mismo que con Murderock. Muchos de sus fans, acostumbrados a sus sangrientos terrores gore y sádicos, no aceptaron ni aceptan esta película. Una pena, ya que en La Miel del Diablo Fulci demostró que podía impactar y herir al espectador sin necesidad de gore explícito. Como el propio Fulci explicó, La Miel del Diablo "es un film acerca de la desesperación y la miseria masoquista".

Consecuentemente, el ambiente y los personajes son irremediablemente miserables, patéticos y masoquistas. La sensual pero triste banda sonora de saxo acentúa un clima decadente, donde la tragedia (como en casi todos los film de Fulci) será inevitable. La relación sadomasoquista que se establece entre Cecilia y el doctor es realmente morbosa y sórdida. El médico es agredido de todas las maneras imaginables: golpeado, mordido, casi ahogado, forzado a comer comida de perro y torturado con cera caliente. Mientras tanto, Cecilia recuerda su mórbido pasado con su novio muerto, en una serie de flashbacks entre eróticos y macabros, como la sodomización forzada que ella debe soportar (finalmente le terminará gustando) o la siniestra escena erótica en las butacas de un cine veneciano, donde Gaetano obliga a Cecilia a mantener sexo con el... y con su amigo.

No conforme con hacer un thriller erótico "normal" Fulci agrega ciertos elementos pseudo sobrenaturales realmente perturbadores. Cuando se produce la muerte de Gaetano gracias a la mala praxis del Dr Dominici, Cecilia, en un violento plano, se da cuenta de su muerte y de la responsabilidad de Gaetano, aunque no estaba en la sala de operaciones. Hasta ese punto estaba fisica y mentalmente unida a su novio. El poema que recita Dominici cuando está encadenado y secuestrado, posee el oscuro simbolismo profético de las predicciones recitadas en El Mas Alla y en Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos. El plano final, en el cual Cecilia y Dominici yace en la cama luego de hacer el amor y el doctor recita el poema, es especialmente trágico y premonitorio: la cámara recore los cuerpos desnudos de los amantes, hasta reposar en un revolver. Luego enfoca una ventana, por la cual se ve un mar teñido de rojo sangre, gracias a la excelente labor del gran director de fotografia español Alejandro Ulloa. Sin duda, La Miel del Diablo es un thriller erótico único.

Con Aenigma (1987) Lucio Fulci volvió al terror sobrenatural y al gore, con una historia realmente muy poco original: Kathy (Milijana Zirojevic), el típico "patito feo" de una escuela femenina, sufre un accidente y queda en coma durante una excesiva broma armada por sus compañeras. Mientras yace en un hospital, utiliza sus poderes psíquicos para poseer a Eva, una nueva y hermosa estudiante (Lara Naszinsky), la cual será el vehiculo para su sangrienta venganza.

Como se habrán dado cuenta, esta coproducción italo-yugoeslava es la típica historia de venganza paranormal juvenil al mejor estilo Carrie (1976). El ritmo de la película es totalmente previsible y por momentos aburrido, ya que Fulci pierde demasiado tiempo en conversaciones estudiantiles y en escenas romanticas innecesarias. La música no es la gran cosa y los actores y personajes cumplen, sin destacarse demasiado. El típico clima estudiantil adolescente de intrigas, amorios y cotilleos tan habitual en los psycho killer norteamericanos, era algo en lo cual Fulci nunca había caido y es lamentable que ahora lo haga. El ritmo ambiguo pero amenazante de sus mejores películas, en las cuales cualquier cosa podía suceder y de la manera mas horrible imaginada, aquí se encuentra apenas visible.

Afortunadamente, el director todavía conservaba su mano única para filmar escenas lúgubres y violentas. Los planos que muestran a la malherida Kathy yaciendo en el hospital mientra rie al visionar su venganza, son macabramente efectivos, como lo son los sobrenaturales asesinatos de la película, algunos de ellos nunca vistos. En un museo, una estatua cobra vida y asesina a una chica mientras el plano se funde en los ojos de Eva. Otra chica muere ahogada por un ejército de babosas que se deslizan por su cuerpo desnudo y por su rostro (una de ellas, especialmente grande, se introduce en su boca). Otra chica, sufre el efecto "Mas Alla": al ingresar a su habitación descubre el cuerpo de su novio decapitado. Al querer huir, una fuerza sobrenatural le impide hacerlo ya que, igual que en el final de El Mas Alla, por mas que salga de la habitación siempre termina entrando en la misma. Finalmente, acabará cayendo por una ventana. Luego, aparece su novio, que no está muerto, todavía. Al asomarse por la ventana, ve a su novia muerta, mientras la persiana se baja violentamente y lo decapita. Su cabeza caerá sobre el cuerpo de su novia. Solo por estos macabros juegos irreales, Aenigma merece verse.

Durante años Fulci había planeado hacer una secuela de su gran éxito Zombi 2, la cual quería filmar en 3D. Cuando en 1988 finalmente lo hizo (aunque aparentemente solo se vió en 3D en Italia), el resultado fue terriblemente decepcionante.

Filmada en las Filipinas, Zombi 3 comienza con un grupo de terroristas que atacan una base estadounidense para robar un tubo que contiene un ultra secreto y poderoso gas creado como arma bacteriológica. Solo un terrorista logra sobrevivir e intenta huir con el arma, la cual es alcanzada por una bala de sus perseguidores, produciendo una fuga del gas que daña al terrorista. Cuando el ejército lo encuentra muerto, comete el error de quemar el cuerpo. Sus cenizas contaminarán el aire, produciendo una plaga de aves asesinas y convirtiendo a la gente en zombies canibales.

La historia de la creación de Zombi 3 es apasionantemente compleja y confusa, siendo muy posible que nunca sepamos la completa verdad acerca de lo sucedido.

"Hice la película porque necesitaba el dinero... entonces y ahora, tengo que comer." Dijo Fulci con respecto a su motivación de realizar Zombi 3. No es que se hubiera desinteresado por el género de terror, o no quisiera hacer una secuela de su célebre película. Lo cierto es que el proyecto fue mal concebido desde el principio. El presupuesto era terriblemente bajo, el plan de rodaje bastante corto, varios actores tenían un muy bajo nivel, y el guión de Claudio Fragasso y su mujer copiaba vergonzosamente elementos de una serie de películas exitosas del momento y del pasado (El Regreso de los Muertos Vivientes, Dawn of the Dead, El Dian de los Muertos). Consciente de estos fallos (sobre todo del guión, el cual Fulci odiaba) el director aceptó comenzar la filmación aun sufriendo un delicado estado de salud agravado por el insoportablemente caluroso clima filipino. La filmación debía detenerse varias veces hasta que Fulci se recuperara y el presupuesto, que ya era escaso, fue bajando cada vez mas. Fulci pidió mas tiempo y dinero, los cuales no le dieron. Entonces, comenzó a modificar el guión junto a su hija Camilla para poder cumplir con el plan de rodaje, lo cual fue imposible. Existieron además otros hechos que demuestran el bajo nivel y poca seriedad del equipo de producción. "Estaba enfermo por los idiotas de la producción. El director de producción, todos los dias, al mediodia, mandaba a todos a casa para poder acostarse con una chica oriental que recién había conocido. Cuando me quejé, amargamente, ¡la chica me llamó mentiroso!".

Luego de 5 insoportables semanas, Fulci abandonó la dirección de la película, siendo remplazado por Bruno Mattei y Claudio Fragasso. Es casi imposible saber cuantos minutos dirigió cada uno. Fulci siempre declaró que "Muy, muy poco del producto terminado es mio" pero también dijo que "En la pantalla pueden verse solo 50 minutos dirigidos por mi". Fragasso afirma que, junto a Bruno Mattei, dirigió "escenas integrativas", agregando que, por su parte, también filmó las escenas con zombies, muertes truculentas, ataques y militares. Entretanto, sostiene que Fulci rodó el resto del film y las partes con los actores. Lo cierto es que lo que filmó Fulci no alcanzaba para completar la pelicula. Entonces, Fragasso eliminó varios minutos de su trabajo y pegó de manera mas o menos coherente nuevas escenas filmadas por el y Mattei. Este caótico collage de escenas se nota claramente en la película: mientras que, por momentos los zombies se desplazan lentamente mirando hacia el suelo con los ojos cerrados al mejor estilo Fulci, en otras ocasiones corren velozmente, pegan trompadas, arañan y portan machetes.

Si bien reconocemos que no se sabe exactamente cuantos minutos y que escenas filmó cada director, la verdad es que Zombi 3 se parece mucho a Apocalipsis Canibal (1980, AKA Virus, Hell of the Living Dead) dirigida por Mattei y Fragasso, y nada a Zombi 2. En toda la película, practicamente no se ve ni una escena que remita a los films de zombies de Fulci: no hay planos detalle a los ojos ni a los rostros, no hay agresiones oculares, no hay elementos sobrenaturales o míticos, ni hay ni un solo cameo del director, como si solía haberlo en casi todos sus films de horror. El explotativo argumento de pseudo ciencia ficción es inhallable en los films de Fulci, como también las aparatosas escenas de acción y explosiones, bien al estilo de Mattei.

A pesar de la caótica realización, Zombi 3 consigió ser un film de zombies realmente divertido y por momentos bastante brutal. Los FX, si bien demuestran el bajo presupuesto del film, son acertadamente repulsivos. Claro ejemplo son las dos escenas mas salvajes de la película: en la primera (reconocida por Fulci como propia) la cabeza decapitada de un zombie emerge del congelador de una heladera y, arrojandose sobre la camara, muerde en el cuello a un muchacho. Luego, un cuerpo sin cabeza ataca a una chica, desgarrándole la garganta con sus garras. En la otra escena destacable, la monstruosa garra de un bebe mutante surge del vientre de su madre embarazada y, en un increíble primer plano, le desgarra el rostro a una pobre chica. La divertida música de Stefano Mainetti, la neblinosa y colorida fotografía, las muy bien filmadas escenas de acción sangrienta y algun detalle curioso (el DJ zombie, que anuncia la llegada de un armonioso mundo de zombies), hacen que Zombi 3 sea un festín para los amantes del gore y los zombis. Ahora bien, si se la compara con las buenas películas de Fulci, sale perdiendo, y por mucho.
Los Fantasmas de Sodoma (Il Fantasma di Sodoma, 1988, AKA Sodoma’s Ghosts) fue una de las peores películas de Fulci, por merito propio. El propio Fulci lo reconoce, diciendo que es "una muy mala pelicula".

Filmada para la Tv, el film cuenta la historia de un grupo de adolescentes de vacaciones que, luego de arrivar a un viejo castillo, son aterrorizados por los fantasmas de unos oficiales nazis asesinados mediante un bombardeo cuando disfrutaban de una orgía. El bajo presupuesto televisivo se nota demasiado, pero eso no es excusa para el ritmo cansino y aburrido, la falta de acción y la profusión de prescindibles desnudos y vacuos diálogos de relleno. Fulci dirigió con desgana, quizas extrañando mejores tiempos. Solo se concentró en elaborar algunas pocas escenas, eso si, muy logradas: la orgía nazi es acertadamente perversa, como lo es la aparición del fantasma de un joven oficial nazi que mantiene una escena de sexo sadomasoquista con una de las adolescentes protagonistas (los que acusan de misógino a Fulci aqui se harían un banquete). La escena de la ruleta rusa es bastante tensa y la vomitiva desintegración de uno de los muchachos está asquerosamente lograda. Fulci repitió algunas ideas y obsesiones suyas, como cuando los muchachos quieren huir en coche, pero siempre terminan volviendo al mismo lugar (¿recuerdan el final de El Mas Alla?). Lamentablemente, todas esas situaciones acertadas no alcanzan para que Los Fantasmas de Sodoma emerja de la mediocridad. Inclusive, el final es el peor de todos lo films de Fulci.
Afortunadamente, Cuando Alicia Rompió el Espejo (Quando Alice Ruppe lo Specchio, 1988. AKA: Touch of Death, When Alice Broke the Mirror) a pesar de ser otro film televisivo, es otra cosa, si bien el nivel de Fulci sigue siendo bajo en comparación a sus mejores películas. El bajo presupuesto, otra vez se nota. En esta ocasión, Fulci, contra toda previsión, decidió hacer algo que nunca había hecho: una negra comedia gore, sorprendiendo a los espectadores acostumbrados a sus serios y ominosos terrores. El resultado es un film grotesco, brutal y, para algunos, de muy mal gusto y profundamente misógino.

Lester Parson (Brett Halsey) es un solitario gigoló que seduce mujeres de mediana edad (especialmente desagradables) para luego asesinarlas con el objeto de quedarse con su dinero, el cual nunca le alcanza ya que un jugador compulsivo. Todo va bien (para el) hasta que alguien comienza a acosarlo mediante llamadas telefónicas y dejando pruebas sobre su identidad en la escena de los crimenes.

El comienzo de la película deja bien en claro el tono de la misma: en un sótano, Halsey descuartiza con una motosierra a un muchacha desnuda. Luego, mientras canta alegremente, pica su carne y se hace un bistec, dándole un pedazo a su gato y tirándole los restos a sus cerdos. Durante la película, seguirá asesinando de manera increiblemente grotesca a sus amantes: a una mujer le parte el craneo y le arranca un ojo a garrotazos (¿un alarde de machismo prehistorico?). Como increiblemente todavía no esta muerta, introduce su cráneo dentro de un horno micrioondas y lo cocina lentamente. Todo visto en progresivos y desagradables primeros planos. En una escena de siniestro humor negro, Halsey soporta hasta donde puede a otra amante que le canta una opera. Mientras tolera sus cacareos, busca parsimoniosamente con que matarla, hasta que se decide por estrangularla. En otra escena, decide meter el cadáver de una mujer en el baul del auto. Como no le entra, le quiebra las piernas con un llave inglesa. Las irónicas caras de circunstancia que pone Halsey son impagables. No podemos olvidarnos de la persecución y muerte de un pordiosero que intenta chantajear a nuestro protagonista. Tras perseguirlo en auto, lo alcanza y lo atropella, pasándole el auto por encima repetidas veces, hasta reducirlo a una papilla sangrante.

La buena banda sonora de Claudio Maria Cordio, las logradas interpretaciones, el buen ritmo, la retorcida y sádica dirección de Fulci y los grotescos y graciosos personajes ayudan a que la película sea un entretenimiento salvaje, por momentos lúgubre, politicamente incorrecto y no apto para todos los gustos. En 1989, Fulci siguió trabajando para la cada vez mas omnipresente Tv italiana, (en este caso para Silvio Berlusconi y Sergio Martino) colaborando con dos películas de la serie "Houses of Doom" que compartió con Umberto Lenzi, el cual aportó otras dos. De las dos películas de Fulci, La Dulce Casa de los Horrores (La Dolce Casa degli Orrori. AKA Sweet House of Horrors) fue realmente desconcertante y decepcionante. La otra, La Casa del Tiempo (La Casa nel Tempo. AKA: House of Clocks) fue bastante mejor.

La Dulce Casa de los Horrores comienza de manera realmente bestial, sobre todo teniendo en cuenta que es un film televisivo. Una felizmente casada pareja es brutalmente asesinada en su casa por un delincuente que había ingresado a robar. La peor parte la lleva (como no) la mujer, a la cual le destrozan el rostro a golpes haciendole saltar los ojos. La pareja volverá de la muerte como fantasmas para proteger a sus huérfanos hijos del delincuente que los asesinó y de otras amenazas humanas.

Lo increible de la película es el ritmo y estilo que adoptó Fulci para narrarla. Luego del ultraviolento comienzo, la película se vuelve una especie de cuento de hadas terriblemente insulso al estilo de una morosa película de Disney, con cursis escenas lacrimógenas y pasos de comedia slapstick francamente estúpidos. Entre los interminables y patéticos enredos y situaciones cómicas, Fulci agrega algún que otro asesinato salvaje, filmado con su habitual presteza. El contraste de escenas ñoñas con asesinatos ultragore dan lugar a un pastiche desconcertante, ultrabizarro y profundamente fallido. Encima, salvo los logrados FX gore, el resto de los efectos son lamentables, dando lugar a la risa involuntaria. La Dulce Casa de los Horrores es francamente una película inexplicable, y una de las peores de toda la filmografia de Fulci.

La Casa del Tiempo es mucho mejor: tres jovenes delincuentes (dos chicos y una chica) roban y asesinan a una perversa pareja de ancianos y a su lúgubre jardinero en una apartada casa llena de relojes antiguos que poseen vida propia. En esa casa, el tiempo no corre de manera habitual: cuando lo relojes comiencen a andar hacia atrás, los ancianos y el jardinero volverán de la muerte y aterrorizarán a los jóvenes. Decimos perversos ancianos, porque tienen a sus sobrinos muertos y semiputrefactos escondidos en el sótano.

Como en todas sus películas televisivas, Fulci contó con un presupuesto bajo que limitó su imaginación y las posibilidades de hacer un film mas elaborado. Además, algunos defectos claves de la última etapa del director continuaron repitiendose: personajes juveniles olvidables, grandes baches en la acción y demasiadas escenas morosas y dialogos de relleno. Incluso, la película contó con algun susto muy tópico. Sin embargo, La Casa de los Relojes es muy superior a Los Fantasmas de Sodoma y a La Dulce Casa de los Horrores. Aquí, Fulci planteó una historia de horror sobrenatural muy siniestra y efectiva que, mezclada con un clima irreal que recordaba por momentos a sus mejores películas y a un humor negrísimo, terminan configurando un film mas que agradable.
Algunos diálogos de la película demuestran el tórrido humor que poseía el director: el anciano alimenta tiernamente a un canario. Luego, subitamente, lo mata golpeándolo con un atizador y se lo tira a su gato, al tiempo que dice "pobrecito, es la selección natural". Si bien los personajes juveniles son completamente olvidables, los dos ancianos (Paolo Paoloni y Betina Milne) y el jardinero al que siempre le supura un ojo (Pier Luigi Conti, un actor que aparece en casi todos los films de Fulci), estan macabramente efectivos. Fulci sacó provecho de cada rincón de la casa, siempre rodeada de ominosas nieblas. La fotografía de Nino Celeste, llena de contrastantes verdes, azules y rojos, recordó por momentos el mejor cine de Mario Bava y la triste y tétrica banda sonora de órgano de Vince Tempera (verdadero nombre de Fabio Frizzi) es excelente.

El gore y la brutalidad siguen estando presentes, ahora con un toque de escabroso humor negro y detalles macabros e inexplicables: los ancianos maquillan a sus sobrinos semiputrefactos quienes tienen un grueso clavo hundido en el cuello (¿?). La anciana asesina a su entrometida sirvienta atravezándola con una estaca, hundiéndosela en el estomago y destripándola. La muerte de los ancianos y del jardinero es bastante sangrienta (a la mujer le vuelan el estómago de un escopetazo) y la venganza de los ancianos tampoco se queda atrás, aunque no llega a los extremos alcnzados por Fulci en sus films mas extremos. Afortunadamente, el climax y el final es uno de los mejores de sus últimas películas.

Voces del Mas Alla (Voci dal Profondo, 1990, AKA: Voices From Beyond) es uno de los films mas oscuros de toda su filmografía... y eso es decir mucho. Si muchas de sus anteriores películas pueden ser acusadas de ser demasiado extrañas y ambiguas, formalmente indefinidas, o de tener resoluciones enrevesadas e incompensibles (y para muchos, insatisfactorias), Voces del Mas Alla se lleva el primer premio. Pareciera que al final de su carrera, Fulci decidió romper los pocos lazos que lo ataban a una filmografía minimamente comercial, racional o "esperable", realizando basicamente lo que le pasaba por la cabeza, siempre dentro de sus limitaciones presupuestarias. Lo que pudiera pensar un tipo de espectador mas amplio y general parecía no importarle. Su etapa "exploitation" ya había acabado. Sus ultimas películas apuntaban a un público limitado, capaz de disfrutar con films tan singulares como este.

Giorgio Mainardi (Duilio del Prete) es un maduro e irritante millonario que muere por una hemorragia estomacal luego de una agonía espantosa (graficamente mostrada). Su allegados (esposa, amante, madrasta, hermanastro) parecen realmente felices con su muerte, salvo su paralítico padre y su apesadumbrada hija Rosy (Karina Huff) la cual se hallaba distanciada de el. El fantasma de Giorgio, vuelve del mas alla con la convicción de haber sido asesinado. Entonces, entra en contacto con su hija para que lo ayude a hallar la verdad. La película se basó en un relato de Fulci publicado en la Gazzeta de Firenze.

Una vez mas, el film fue una sucesión de escenas fascinantes y macabras, antes que una película lineal y cohrente. Para disfrutarla, el espectador debe dejarse llevar por la lánguida inacción de la película y gozar con su sucesión de imágenes oníricas. Ahora bien, si busca el ritmo habitual de un film de horror con su típico enfrentamiento bien vs mal, o si espera que las situaciones se resuelvan de un modo mínimamente esperable o lógico, estará perdido. La coherencia del cine de Fulci es una coherencia interna, propia de su particular cine, que puede llegar a descifrarse si uno ha visto todas sus películas... y a veces, ni asi. Lo cierto es que el director parecía obsesionado con la idea de un mas allá posible, la vida después de la muerte, y la desintegración material del cuerpo.

La atmósfera de Voces del Mas Alla, es una de las mas logradas por el director, acompañada por una gran fotografia numinosa y una genial banda sonora de órgano de Stelvio Cipriani que remite por momentos a una canción de cuna siniestra. El clima es totalmente onírico, sobretodo debido a que el fantasma de Giorgio, de hecho, no asesina a nadie, sino que aparece en los sueños de sus victimarios, generándoles horripilantes pesadillas. He aquí la gran decepción para muchos fans: el hecho de que, en verdad, nadie muera en la película (salvo Giorgio) resulta desconcertante y poco satisfactorio como lo fue para muchos el final: cuando Rosy descubre la verdad (casi toda su familia asesinó sadicamente a Giorgio, puesto que los había desheredado, dejándole todo a ella) se le espeta a la madrastra de Giorgio y se retira de la casa, dejándole todo a su odiada familia. Pero antes, lanza una profecía siniestra "Giorgio estará por siempre en sus mentes, pesadillas y temores" y se va de la casa. Tras una visita final a la tumba de su padre, ambos se rien a carcajadas, y los siguientes planos demuestran que Rosy quizas se haya vuelto loca. Este sombrío final, carente de acción o de la esperable venganza sobrenatural del fantasma, causó y causa desconcierto en muchos espectadores, que terminaron desestimando la película.

La sucesión de escenas pesadillescas son altamente surrealistas y efectivamente macabras: Mario, el hijo de su madrastra queda encerrado en una lúgubre cripta de la cual, por mas que lo intenta, no puede salir (como en El Mas Alla). En una especie de autohomenaje o de guiño a sus fans, los muertos salen de sus tumbas y atacan a Mario. A su amante, Giorgio la acosa en un onírico restaurante, sirviéndole un plato de ojos fritos, los cuales revienta con el tenedor. Luego, su espectro se pudre ante su horrorizada vista. Su mujer sueña que, mientras hace el amor con Giorgio, son interrumpidos por los gritos molestos de su pequeño hijo, al cual Giorgio apuñala salvajemente. Estas escenas, como toda la película, poseen un fuerte encanto perverso pocas veces visto.

El motivo por el cual Rosy debe apurarse a hallar a los asesinos es realmente original: su padre podrá contactarse con ella mientras lo recuerde y mientras su cuerpo se conserve de manera similar al recuerdo de su hija. Entonces, a medida que su cuerpo se pudre, el fantasma de Giorgio pierde su fuerza y la capacidad de contactarse con su hija. Extraños lazos establece Fulci entre cuerpo y espíritu. Finalmente, el premio a lo macabro lo obtienen los distintos planos en los que vemos como el cuerpo se descompone lenta y progresivamente dentro del ataúd. No apto para estómagos sensibles.


Voces del Mas Alla fue una de las películas mas queridas y personales de Fulci. Prueba de ello es que al final aparezca su firma, junto con una dedicatoria a "mis pocos amigos de verdad, como Clive Barker y Claudio Carabba".
Demonia (1990) significó el regreso a un cine de terror "mas normal" (siempre dentro de los parametros de normalidad de Fulci). La película comienza en Sicilia, siglo XVI, con una turba furiosa crucificando y emparedando a cinco monjas acusadas de herejía. Ya en el presente, los diabólicos espíritus de las monjas son liberados accidentalmente por una expedición arqueológica y poseen a Liza (Meg Register). desencadenando una masacre en el pueblo.

Demonia parece una puesta al dia de varios elementos de los mejores films sobrenaturales de Fulci: la atmósfera onírica y la crucifición inicial parecen sacados de El Mas Alla. La sesión de espiritismo siguiente, es muy similar a la de Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos. De hecho, el regreso de los obsesivos planos detalle de ojos y rostros y el festival ultragore sádico consiguiente (en el que no faltan ataques a los ojos ni violencia producto de animales enloquecidos) parecen hacernos retroceder diez años atrás. Las escenas mas savajes son la muerte de una médium por parte de una horda de gatos salvajes, que le arrancan los ojos de manera bestial; la muerte de un pueblerino, al cual le atraviezan la lengua con unn picahielos; y el tortuoso asesinato de un hombre, destrozado por la mitad en frente de su hijo. Sin ser gore, el flashback en el cual una monja arroja un bebe vivo al fuego, es muy logrado.
Un detalle: si miran cuidadosamente, cuando Liza baja a las ruinas en donde fueron emparedadas las monjas, en las paredes pueden verse inscripciones lovecraftianas tales como "Cthulhu" o "Azathoth".

A pesar de ser una buena película, por momentos Demonia solo parece un desdibujado intento de Fulci por recuperar la grandeza de sus films pasados. Si bien la música y los FX estan conseguidos, son muy inferiores a los su mejor época. Los actores cumplen bien su rol (sobretodo Meg Register, Brett Halsey y Franco Diogene) pero, lamentablemente, la película cuenta (como en gran parte de los últimos films de Fulci) con varios baches rítmicos y diálogos y personajes intrascendentes. Incluso, el final es demasiado abrupto, causando una gran decepción. Fulci hace su cameo mas largo hasta el momento, como inspector de policía.


Un Gato en el Cerebro (Un Gatto nell Cervello, 1990. AKA: A Cat in the Brain, Nightmare Concert) generó criticas totalmente enfrentadas entre los fans. Para algunos, era un clásico instántaneo, una obra maestra y la película mas gore de Fulci. Para otros, era una película patética. Veamos de que se trata la historia. Un director de cine de terror (el propio Lucio Fulci) sufre constantes y horripilantes alucinaciones, cuyo origen son las sangrientas películas que dirigió durante su carrera. Para volver a la cordura, recurre a un psiquiatra (David Thompson), el cual resulta ser un asesino serial que lo manipulará para sus propios fines.

La causa de la polémica son la mayoría de las escenas gore de la película, las cuales ocupan por lo menos la mitad del metraje. Casi todas ellas, fueron recicladas de dos films anteriores de Fulci (Los Fantasmas de Sodoma y Cuando Alicia Rompió el Espejo) y de una serie de films ultraviolentos que Fulci solo presentó y ocasionalmente supervisó: No Torturen a los Niños, de Giovanni Simonelli; Masacre, de Andrea Bianchi; Fuga de la Muerte, de Enzo Millioni, Psicópata Sangriento; de Leandro Luchetti; y No Tengan Miedo de la Tia Marta, de Mario Bianchi. Las personas que habían visto esos films (los cuales son muy poco conocidos y difíciles de conseguir) se sintieron decepcionadas y estafadas al ver una película en la que por lo menos la mitad del metraje era "repetido". Los fans que no vieron esas películas, se alegraron por disfrutar de una catarata interminable de escenas aberrantes, pensando que el metraje era nuevo. Incluso hay quienes que, a pesar de saber el origen de esas escenas, se encuentran encantados de ver a su idolo como protagonista, llendo de aquí para alla y reflexionando de manera ingeniosa sobre su carrera y sobre el cine de terror.

Un Gato en el Cerebro resulta solo disfrutable para los mas acérrimos fans de Fulci y para los amantes del gore ultraexplícito. La interminable sucesión de escenas sangrientas, (decapitaciones, descuartizamientos, acuchillamientos, destripamientos) es realmente impresionante y, para muchos, mareante. La actuación de Fulci es bastante graciosa como lo es la del psicólogo; la música de Fabio Frizzi es muy lograda, y el comienzo y el final son gloriosos: en la primer escena, vemos un plano picado de la espalda de Fulci, mientras escribe un sangriento guión en su escritorio. La cámara desciende a su cráneo y pasamos a una vista del interior del cráneo de Fulci, en donde un gato diabólico destroza y devora su cerebro. Al final, Fulci navega junto a una bella muchacha a bordo de un bote llamado Perversion. Ambos, bajan al camerino. La cámara se queda fuera, mientras se oyen gritos de horror y el sonido de una motosierra. Luego, Fulci vuelve del cuarto, portando partes descuartizadas de la chica, las cuales utiliza para pescar. Subitamente, una voz grita "¡Corten!. Estuvo bien. Gracias, Fulci". El plano se abre, mostrando a otro director y a su equipo. Un original final que remite a una película-dentro-de-otra-película. Este final autorreferencial fue cortado inexplicablemente en la versión italiana, por lo cual muchos de sus fans no saben como en verdad termina la película.

El Gato en el Cerebro es un film imprescindible para los fans de Fulci, pero francamente podría haber sido mucho mejor. El hecho de utilizar tantas escenas de otras películas es decepcionante y muy criticable. La Puerta del Silencio (1991) fue su última película y, desgraciadamente, la peor.

Melvin Deveraux (John Savage) es un exitoso hombre de negocios que queda atrapado en un embotellamiento causado por una procesión funebre. Pronto, se verá perturbado por las misteriosas apariciones de un bella mujer negra y por un coche funebre que lo perseguirá sin tregua.

Basado en un relato de Fulci, La Puerta del Silencio fue un completo bodrio y un terrible fracaso en taquilla. La película parece un relato al estilo de La Dimension Desconocida, estirado hasta el hartazgo. El propio Fulci lo sabía antes de hacerla, y le dijo a su productor Joe D’Amato que sería un fracaso y que no valía la pena hacerla. Pero a D’Amato le gustaba la historia y decidió filmarla. El rodaje en Louisiana fue muy complejo: el presupuesto era bajo (aunque el mas alto con el que contó Fulci en mucho tiempo), el equipo técnico no funcionaba, el plan de rodaje era corto, el clima era continuamente lluvioso y Fulci discutía todo el tiempo con Savage. En la postproducción, D’Amato cambió la banda sonora de Free-Jazz que tanto amaba Fulci y la sustituyó por otra mucho mas clásica, la cual Fulci odió. Incluso, D’Amato cambió el nombre del director por el de "H. Simon Kittay" por sugerencia de una mujer de la producción, que creía que, en ese momento, Fulci no estaba de moda.

La Puerta del Silencio no parece en absoluto una película de Fulci y ni siquiera parece italiana. Dada la gran cantidad de pseudónimos en los títulos de crédito, puede pasar tranquilamente por norteamericana o inglesa. Ninguna de las "marcas de fábrica" de Fulci pueden verse en la película: ni los planos detalle a ojos y rostros, ni el barroco clima sobrenatural, ni las brutales y sádicas escenas gore, ni la encantadora música habitual, ni la elaborada fotografía. El ritmo y las situaciones del film son realmente insoportables. La Puerta del Silencio fue un triste final para la carrera de Fulci, que merecía una mejor despedida.

En 1993, Fulci sufríó un accidente cuando filmaba una pelicula para una compañía japonesa: su pie fue aplastado por un bote. Debido al accidente permaneció 3 años sin trabajar, 2 de ellos postrado en una silla de ruedas. Su diabetes crónica tampoco lo ayudaba.

A pesar de no poder trabajar, comenzó a ser reconocido en sus primeras convenciones en Roma y luego por toda Europa. Su trabajo se redescubrió y reeditó, y sus fans (principalmente jóvenes) comenzaron a multiplicarse, como asi también los elogios de la critica, tanto especializada en el genero de terror como no. La prensa europea llamó a Fulci "Poeta de la Muerte", recibió un homenaje en el festival de Sitges, Fangoria lo premió en una memorable convención, apodandolo "Padrino del Gore" y la prestigiosa publicación "Cahiers Du Cinema" vió en sus delirios splatter, "una precisa y marcada gramática, capaz de delinear un personalisimo lenguaje cinematográfico". Fulci diría que es "el único director redescubierto en vida" y reflexionó amargamente sobre su vida: "los críticos llamaron a mi arte, mierda. Ahora, llaman a mi mierda, arte", reconociendo que hay pocos films en los cuales pudo plasmar lo que quería, debido a los bajísimos presupuestos con los que contó por parte de una industria solo interesada en hacer dinero y poco procupada por la calidad del film o las motivaciones del director. Numerosas entrevistas y estudios sobre su obra aclararon y aclaran puntos oscuros de su vida y sus peliculas, demostrando además la enorme cultura de su director.


En 1996, parecía que venía su regreso. Bajo la producción de Dario Argento (ahora reconciliado con el) Fulci dirigiría La Mascara de Cera (La Maschera Di Cera, AKA: The Wax Mask), una película con la cual estaba muy interesado y que lo relanzaría en todo en mundo. Sin embargo, falleció el 13 de marzo de 1996 debido a un fallo en el corazón causado por su diabetes crónica mientras dormía. Oscuros rumores nunca comprobados, dicen que Fulci inexplicablemente olvidó tomar su dosis de insulina cuando fue a acostarse. Debido a esto, algunos creen que se suicidó, debido a problemas surgidos en la producción de La Mascara de Cera (terminada por el creador de FX Sergio Stivaletti). En 1998, su gran admirador Quentin Tarantino (que afirma haber visto El Destripador de New York 30 veces), a traves de su compañía cinematográfica Rolling Thunder Pictures, reestrenó exitosamente en sesiones de medianoche la versión integra de El Mas Alla.

Guste o no, el cine de Lucio Fulci es único e inimitable. Una revisión y estudio profundo de sus películas revela que, a pesar de haberse visto envuelto en una industria descaradamente explotativa, Fulci le imprimió a sus películas un inimitable estilo propio perfectamente discernible. Ver un buen film de Lucio Fulci, es una experiencia única. Con altibajos, creó un cine politicamente incorrecto y apasionado, lejos de los cánones al cual el cine de horror nos tiene acostumbrados. Cada plano de sus mejores films, son un verdadero escape al mas alla, verdaderos trozos de irrealidad. Lucio Fulci creó terror puro, y eso no tiene precio.

Cerramos esta nota, con algunas palabras suyas: "El cine es todo para mi. Me he dedicado a hacer películas. ¡Incluso las he devorado!." "Filmar es todo lo que he hecho. ¡Yo vivo en mis películas!."

Fuente: www.cinefania.com


Filmografía
• Le porte del silenzio (1991) (as H. Simon Kittay)
... aka Door to Silence (International: English title)
• Voci dal profondo (1991)
... aka Urla dal profondo (Italy)
... aka Voices from Beyond
... aka Voices from the Deep
• Demonia (1990)
... aka Liza
• Un gatto nel cervello (1990)
... aka Nightmare Concert (A Cat in the Brain) (International: English title)
... aka Un gatto nel cervello (I volti del terrore) (Italy)
• Hansel e Gretel (1990) (uncredited)
• La casa nel tempo (1989) (TV)
... aka The House of Clocks
• La dolce casa degli orrori (1989) (TV)
... aka The Sweet House of Horrors (USA: video title)
• Zombi 3 (1988)
... aka Zombie Flesh Eaters 2 (UK: video title)
• Il fantasma di Sodoma (1988)
... aka Sodoma's Ghost
... aka The Ghosts of Sodom
• Quando Alice ruppe lo specchio (1988)
... aka Touch of Death
... aka When Alice Broke the Mirror
• Aenigma (1987)
• Il miele del diavolo (1986)
... aka Dangerous Obsession
... aka Devil's Honey (literal English title)
... aka Divine Obsession
... aka La miel del diablo (Spain)
• Murderock - uccide a passo di danza (1984)
... aka Giallo a disco
... aka Murder Rock - Dancing Death
... aka Murder-Rock: Dancing Death (USA)
... aka Slashdance (Europe: English title: dubbed version)
... aka The Demon Is Loose (USA: dubbed version)
• I guerrieri dell'anno 2072 (1984)
... aka Fighting Centurions
... aka Rome, 2072 A.D.
... aka The New Gladiators
... aka Warriors of the Year 2072
• Conquest (1983)
... aka Bárbaro, la conquista de la tierra perdida (Mexico)
... aka La conquista de la tierra perdida (Spain)
• Manhattan Baby (1982)
... aka Evil Eye
... aka Eye of the Evil Dead (USA: dubbed version)
... aka Il malocchio
... aka The Possessed
• Lo squartatore di New York (1982)
... aka New York Ripper (USA: video title)
... aka Psycho Ripper
... aka The New York Ripper
... aka The Ripper
• Quella villa accanto al cimitero (1981)
... aka The House Outside the Cemetery
... aka The House by the Cemetery (USA)
... aka Zombie Hell House (USA)
• E tu vivrai nel terrore - L'aldilà (1981)
... aka And You Will Live in Terror: The Beyond (Italy: literal English title)
... aka L'aldilà (Italy: short title)
... aka Seven Doors of Death (USA: censored version)
... aka The Beyond (International: English title)
• Black Cat (Gatto nero) (1981)
... aka The Black Cat (International: English title) (USA)
• Paura nella città dei morti viventi (1980)
... aka City of the Living Dead (International: English title)
... aka Fear in the City of the Living Dead (Italy: literal English title)
... aka Pater Thomas (Europe: bootleg title)
... aka The Gates of Hell (USA)
• Luca il contrabbandiere (1980)
... aka The Smuggler (International: English title) (UK: video title)
... aka Contraband (USA)
... aka Luca the Smuggler (literal English title)
... aka The Naples Connection (UK: video title)
• "Un uomo da ridere" (1980) TV mini-series
• Zombi 2 (1979)
... aka Zombie Flesh Eaters (Australia) (UK)
... aka Gli ultimi zombi (Italy)
... aka Island of the Flesh-Eaters
... aka Island of the Living Dead (Europe: English title)
... aka Zombie (USA)
... aka Zombie 2: Gli ultimi zombi (Italy: DVD title)
... aka Zombie 2: The Dead are Among Us (USA: video title)
• Sella d'argento (1978)
... aka Silver Saddle
... aka The Man in the Silver Saddle
... aka They Died with Their Boots On (USA)
• Sette note in nero (1977)
... aka Murder to the Tune of the Seven Black Notes
... aka Seven Notes in Black
... aka The Psychic (USA)
• La pretora (1976)
... aka My Sister in Law (UK)
... aka Mysisterai (Philippines: English title)
• Il cav. Costante Nicosia demoniaco, ovvero: Dracula in Brianza (1975)
... aka Dracula in the Provinces
... aka The Demonic Womanizer Costante Nicosia, or: Dracula in Brianza (informal literal English title)
... aka Young Dracula
• I quattro dell'apocalisse (1975)
... aka Four Gunmen of the Apocalypse
... aka Four Horsemen of the Apocalypse
... aka Four of the Apocalypse
... aka The Four of the Apocalypse... (USA: DVD title)
• Il ritorno di Zanna Bianca (1974)
... aka Challenge to White Fang
... aka Die Teufelsschlucht der wilden Wölfe (West Germany)
... aka Le retour de Buck le loup (France: video title)
... aka Le retour de Croc Blanc (France)
... aka The Return of White Fang (UK)
• Zanna Bianca (1973)
... aka Colmillo Blanco (Spain)
... aka Croc-blanc (France)
... aka White Fang
• Non si sevizia un paperino (1972)
... aka Don't Torture Donald Duck (UK)
... aka Don't Torture a Duckling
... aka Fanatismo (Italy)
• All'onorevole piacciono le donne (Nonostante le apparenze... e purché la nazione non lo sappia) (1972)
... aka All'onorevole piacciono le donne (Italy: short title)
... aka Obsédé malgré lui (France)
... aka The Eroticist
... aka The Senator Likes Women (USA)
... aka The Senator Likes Women... Despite Appearances and Provided the Nation Doesn't Know (UK)
• Una lucertola con la pelle di donna (1971)
... aka A Lizard in a Woman's Skin
... aka Carole (France)
... aka Le venin de la peur (France: alternative title)
... aka Les salopes vont en enfer (France)
... aka Lizard in a Woman's Skin (USA)
... aka Schizoid (USA)
... aka Una lagartija con piel de mujer (Spain)
... aka Una lucertola dalla pelle di donna (Italy: informal title)
• Beatrice Cenci (1969)
... aka Perversion Story (UK)
... aka The Conspiracy of Torture (USA)
• Una sull'altra (1969)
... aka One on Top of the Other
... aka Perversion Story (France)
... aka Una historia perversa (Spain)
• Operazione San Pietro (1967)
... aka Au diable les anges (France)
... aka Die Abenteuer des Kardinal Braun (West Germany)
... aka Operation St. Peter's
• Il lungo, il corto, il gatto (1967)
... aka The Tall, the Short, the Cat
• Come rubammo la bomba atomica (1967)
... aka How We Stole the Atomic Bomb
• Tempo di massacro (1966)
... aka Colt Concert
... aka Le colt cantarono la morte
... aka Massacre Time
... aka The Brute and the Beast
• Come svaligiammo la banca d'Italia (1966)
... aka Due uomini d'oro (Italy)
... aka How We Robbed the Bank of Italy (UK)
• I due parà (1965)
... aka The Two Parachutists
• 002 operazione Luna (1965)
... aka 002 Operation Moon
... aka Dos cosmonautas a la fuerza (Spain)
• Come inguaiammo l'esercito (1965)
... aka How We Got Into Trouble with the Army (UK)
• I due pericoli pubblici (1964)
... aka I due nemici pubblici (Italy)
... aka Two Public Enemies (UK)
• 002 agenti segretissimi (1964)
... aka 00-2 Most Secret Agents
... aka Oh! Those Most Secret Agents (USA)
... aka Worst Secret Agents
• I due evasi di Sing Sing (1964)
... aka Two Escape from Sing Sing (UK)
• I maniaci (1964)
... aka Beautiful Eyes
... aka The Maniacs
• Gli imbroglioni (1963)
... aka Los mangantes (Spain)
... aka The Swindlers
• Uno strano tipo (1963)
... aka The Strange Type
• Le massaggiatrici (1962)
... aka Les faux jetons (France)
... aka The Masseuses (International: English title)
• I due della legione straniera (1962)
... aka I due della legione
... aka Those Two in the Legion (UK: literal English title)
• Colpo gobbo all'italiana (1962)
... aka Getting Away with It the Italian Way
... aka Hunchback Italian Style (UK: literal English title)
• Urlatori alla sbarra (1960)
... aka Howlers of the Dock (USA)
... aka Metti, Celentano e Mina... (Italy)
• Ragazzi del Juke-Box (1959)
... aka The Jukebox Kids
• I ladri (1959)
... aka Contrabando en Nápoles (Spain)
... aka The Thieves

0 comentarios: